Semillas de lino podrían ralentizar los tumores de próstata

Según un artículo publicado esta semana en NewScientist.com, un estudio preliminar sugiere que la ingesta de semillas de lino podría reducir a la mitad la velocidad de crecimiento de los tumores de próstata.

Esta semilla, similar a la de sésamo, puede frenar el crecimiento del cáncer incrementando la proporción de ácidos grasos omega-3 y omega-6 en el cuerpo.
Wendy Demark-Wahnefried, de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte (EEUU), y sus colegas reclutaron 161 hombres a los que se les había diagnosticado recientemente un cáncer de próstata, y los dividieron en cuatro grupos.

Los de un grupo tomaron tres cucharadas de semillas de lino al día (mezclándolas con yogur o agua, por ejemplo) y siguieron una dieta baja en grasa. De los otros tres grupos, uno mantuvo una dieta baja en grasa, otro tomó semillas de lino y el último se utilizó como grupo de control, por lo que sus miembros no realizaron ningún cambio en su estilo de vida.

La mayoría de los hombres participantes fueron operados para eliminarles la próstata en los 30 días siguientes al comienzo del estudio.

Para ver si los cambios en la dieta de un mes de duración tenían algún efecto sobre el cáncer, el equipo de Demark-Wahnefried examinó el ADN de las células del tumor extirpado. Observando los cromosomas de estas células fue posible saber si se estaban dividiendo de forma activa o no.

Los análisis revelaron que un poco menos del 50% de las células tumorales de los hombres que habían tomado las semillas de lino, independientemente de que hubiesen seguido también la dieta baja en grasa o no, se estaban dividiendo de forma activa en comparación con los de sus compañeros del grupo de control. El hecho de mantener solo una dieta baja en grasa, sin tomar las semillas de lino, no parece que afecte al crecimiento de los tumores.

“Por desgracia, nadie sabe con seguridad” el motivo por el cual las semillas de lino proporcionan este beneficio, señala Demark-Wahnefried, aunque especula con la posibilidad de que reemplazar las moléculas omega-6 del cuerpo con compuestos omega-3 pueda enviar señales químicas que ordenen a las células que no se dividan.

Anteriormente, Demark-Wahnefried había probado a dar a los hombres aceite de pescado, por su elevado contenido en omega-3, pero este enfoque tenía unos efectos secundarios no deseados.

Demark-Wahnefried presentó los resultados de su investigación en el congreso anual de la American Society of Clinical Oncology celebrado el 2 de junio en Chicago, Illinois.

Fuente: New Scientist